Prensa
La Nación
18 de enero de 1981
Desde hace diez años el autor viene ocupándose, teórica y prácticamente, del método y aprovechamiento del audiovisual “como arte y medio de comunicación”, según expresa el subtítulo de este pequeño libro que aborda en diez capítulos, con amplitud de enfoques el tema en cuestión. Antecedentes históricos, estética, montaje, guiones, sincronización, finalidad y empleo en educación, auditorios y duración, son algunos de los puntos desarrollados. Una serie de láminas ilustra estos aspectos al final de la obra… la primera obra que en nuestro país se dedica íntegramente al estudio de los audiovisuales.
Jorge Luis Farjat se dedica desde los 19 años a la creación y producción de audiovisuales, esencialmente artísticos, aunque alterna en géneros paralelos como el documental científico o de promoción institucional. Concluye en 1979 la edición de su libro Audiovisualogía. El Audiovisual como arte y medio de comunicación, ensayo literario esencialmente abocado a describir en forma analítica todas las síntesis originales y fórmulas impensadas que aparecen en el lenguaje de la imagen estática, fusionada con el sonido, en particular la música.
En cuanto a sus audiovisuales, es de destacar la calidad artística que tienen las imágenes ensambladas con los elementos de la música: ritmo, melodía, armonía y contrapunto. Los fragmentos musicales de las obras elegidas pertenecen a grandes compositores clásicos, románticos y pos – románticos.
El artista deja entrever una gran sensibilidad auditiva y visual, haciendo que en la obra se puedan re descubrir sonidos, objetos, colores que diariamente nuestros ojos y oídos perciben casi inconscientemente y no le damos el verdadero valor.
El Entre Ríos
12 de febrero de 1992, Estrella Sosa de Meichtry
Según la etimología griega más auténtica, estética es “lo propio de la sensibilidad”. Y esa sensibilidad logra en el autor plasmar una obra artística, valiéndose del audiovisual como medio expresivo. Imagen y sonido se conjugan y logran el ámbito propicio para instalarnos en una nueva realidad: la del arte, el sitio de lo inefable.
El autor, conocedor y estudioso de la Audiovisualogía, logra a partir de temas cotidianos, la creación de nuevas realidades. O, mejor dicho, de irrealidades. Real, es solo el primer plano, el de los materiales artísticos. La constitución de un mundo de inéditos significados, es un irreal. Y ésto es común a toda obra de arte: poder penetrar en un mundo dotado de nuevas significaciones donde un paisaje, un rostro, un árbol, un fragmento de esa realidad que llamamos mundo, adquiere la posibilidad de constituir en un nuevo plano la celebración y exaltación de la vida.
Jorge Luis Farjat conoció nuestra zona, se interesó por la historia regional y sintió, sin dudas el impulso creador.
Imágenes, formas, colores, sonidos, dan nacimiento a ese mundo de exaltación de lo cotidiano. Las voces de los entrevistas tienen el valor testimonial del hecho histórico. Su cámara fotográfica, su carácter robusto y sensible al mismo tiempo, no son los de un testigo que dice lo que ve, sino los del artista que somete esa visión a un proceso plasmador y hace surgir, para nuestro asombro, un mundo inédito que exige de quien lo contempla una actitud de disponibilidad, de receptividad del mensaje estético.
El Entre Ríos
15 de enero de 1992, Carlos M. Guiot
Leyendo y contemplando “Citas y testimonios” recuerdo a Étienne Souriau en su “Correspondencia de las artes” cuando comparando las diversas manifestaciones del Arte considera que todas son caminos que llevan diversas realidades hacia la existencia. Porque la pintura (o la fotografía) pueden crear atmósferas, temperaturas, estremecimientos; como la música puede evocar colores o “la escultura hacernos sentir, mediante las formas, la tibieza de un cuerpo, el viento que sopla o el sol que baña las formas”. Porque en la obra del autor, música, poesía y fotografía se funden en una única creación. Los textos son de una rara belleza, con notable inspiración, casi metafísica. Las fotos crean el clima que realmente la obra sugiere, y la música – si bien muchas obras son para mí desconocidas – puedo escucharlas siguiendo el hilo conductor que sugiere el resto de la obra.
En el “Enigma de las Grandes Voces”, el lenguaje es casi pictórico; la descripción del paisaje que rodea el “hacedor de ruecas” y “El leñador” en la “Exhalación de la tierra” obligan a ver un cuadro. Y el mérito de tus fotografías queda resaltado por los extractos de la teoría de “El Arte Audiovisual”.
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